Si hay algo que nos ha mostrado la pandemia, es la fragilidad de las bases sobre las que creíamos que se sostenía nuestro mundo y las profundas crisis sociales y ecológicas que estaban presentes desde hace tiempo pero que, por diversas razones, éramos incapaces de abordar en profundidad.
La realidad que nos muestra la necesidad de reestablecer el vínculo del ser humano con la naturaleza. Un primer paso es reflexionar en qué se sustenta ese vínculo. Otro paso será el de comprender que para restaurar un vínculo se necesita una relación de cercanía, donde el contacto real y directo con la naturaleza se vuelven clave.
Esta es una tarea para la educación ambiental. La crisis socio-ecológica, la reflexión acerca de sus causas últimas y la necesidad de restaurar los vínculos entre humanidad y naturaleza plantean retos específicos que la educación ambiental debe abordar.
Anabel Orellano. Prólogo de Emilio Chuvieco